El año pasado, tuve la suerte de que mi compañía me enviara a un entrenamiento fuera del país, Vegas! Estuvo suave y muy divertido, la Sheneyney fue mi compañera oficial de juerga y juego, claro ella ganó 600 y dólares y yo nada!La historia, que a continuación relató ocurrió en un vuelo México DF – Mérida Yuc de una aerolínea de bajo costo y alto ensardinamiento. Pues que más!, que se me ocurrió regresar de Vegas el Sábado desde las Vegas con escala en el DF; Con tan mal tino que el vuelo México-Mérida era el último vuelo del sábado. Normalmente evito los vuelos en lunes-viernes o sábados, siempre andan empacados y por supuesto atrasados.
Total que llego al DF, documento, pido un cambio de asiento hacia una fila en donde no hubiera más gente, digo con eso de que no me gusta que me aplasten (ha ha ha!); Total que la chica encargada de la aerolínea me dice –No tenemos lugares disponibles- el vuelo esta lleno-, tengo miedo, el eco de mis pensamientos me retumbó en el intestino grueso. Ya ni modo.
Total que llegó la terminal remota y 180 personas nos aperramos en el camioncito que nos llevó al avión. Entro me acomodo (no daré más datos del proceso); me toca uno de los asientos de ventanilla en la fila de 3; Ahí me quedo conteniendo la respiración y apegado como calcomanía a la ventana, sentía que si respiraba mataría al de adelante o al de atrás.. severidad y paciencia. Un momento más tarde, un señor, que trabaja en Telmex de aquí de Mérida, llegó se acomodó como pudo y me dijo, “este vuelo esta llenísimo”… yo sonreí con la cara más estúpida que recuerdo haber puesto alguna vez y le dije .. “que tal”; Al fijarme bien en este señor noto que es de tamaño no regular, es decir, le sobraban algunos kilitos de más, el señor era alto y con bien lograda panza de chelero. Se comoda ya en su lugar y me dice – Pobre del Cristiano que le toque aquí en medio- esto me hace bajar la vista a los 20 cms de asiento que quedaron disponibles entre nosotros, -tengo miedo- pensé. Rumbble, Rumbble- mis tripas gruñian. Tengo mierrrrdo!
Los siguientes 10 minutos de acomodamiento de todo el avión ha sido los más largos de mi vida, sude frío hasta por la coliflower!, total que se llena el avión, literalmente ningún espacio libre.. ¡sólo los 20 CMS entre nosotros dos!; A mi se me hace que la aeromoza le midió el agua a los tamales y decidió mover o arreglar de alguna manera para no sufrir bajas en el vuelo, total que cierran la puerta y no sube nadie más! Siquitibum a la bim bom bá! Siquitibum a la bim bom bá!
Ya la hice! Vamonooooos!
Tomamos pista y despegamos. Me eche como 3 padres nuestros y 5 aves marías, dando gracias por mi buena suerte!; Arrancamos! Como a los 15 minutos de vuelo, serían 20 a lo mucho, empezamos a escuchar un rumor que provenía de la parte de atrás del avión; --Estoy en mi derecho-, -esto es un abuso señorita- ; No sabíamos que onda, no entendíamos que onda, el rumor corrió desde el fondo del avión hasta la parte de adelante donde estábamos nosotros; -hay un señor borracho que quiero un güisqui- dijo una señora. La persona que gritaba, para esto ya gritaba se peleó con la aeromoza y mandó traer a la Jefa de Aeromozas, total que llegó (yo ya con tortícolis tratando de atisbar que pasaba) y le dijo al Sr. Que no le darían más alcohol durante el vuelo y que de la más atenta manera le pedía comportarse.
El Sr. Se calmó por un rato, hasta que el carrito empezó a repartir drinks y refrescos, nuevamente se hizo a las palabras con la aeromoza, solo que esta vez optó por una estrategia nueva, cambiarse de lugar hacia delante para ver si otra aeromoza le refaccionaba la gran peda que traía.
Total que se levanta de su lugar, recorre el avión hasta la puerta y regresa, percatándose que el único asiento disponible, bueno asiento, asiento, lo que se dice asiento, no, el único espacio disponible eran los 20 CMS. Entre mi compañero “Henrruchito” así lo bauticé, y yo. Ni tardo ni perezoso el señor le dice a mi compañero; Podría correrse? aquí me quiero sentar, mi asiento está en la puerta del baño y apesta horrible. Henrruchito se me enclocha y se corre hacia mi, no marches, se corre hacia mi! De más está decir que nos perdimos el respeto durante los siguientes 40 minutos! Ha ha ha!
Pues ahí nos tienes, el Viejito, el Henry y su servilleta asardinados, abrazados, entrelazados en una fila para 3 que cargaba mínimo 5 pasajeros! Yo para esto no había cruzado palabra con el viejito, me limite a mirar por la venta y ver los pozos petroleros de Tabasco pensando, pensando, pensando en lo mucho que me dolía la espalda de estar semi flor de loto desde hacia 2 horas!
Total que cuando llegó el turno de que la aeromoza nos ofreciera drinks, yo por supuesto no pedí nada! Coño hasta esos 350 mililitros de espacio en mi panza los necesitaba para aguantar el aire! Vale, vale, continúo, total que el viejito le dice “Me da un Whiskey” y la aeromoza le dice, lo siento señor pero no puedo darle alcohol, gusta un Jugo o un agua mineral…
Chaaaaaaaaaaales! El viejito borrachón se pone como Godzilla en Tokio, se hace a las palabras con la aeromoza, le grita incluso “igualada”, la azafata le dice lo siento, y se retira a seguir la repartienda de drinks. El viejito entonces se pone furioso, se levanta y se dirige a la cabina del piloto! Pues junto a la puerta, sentada estaba la jefa de aeromozas. Total que se hace a las palabras con ella, la amenaza de quejarse;
Al darse cuenta que no lograría su objetivo decide entonces regresar a nuestra fila; Antes de acomodarse le grita al Henrruchito, -córrete amigo- -no me estás dejando espacio-; El “Henrru” se movetea y me pega una aplastada tratando de darle más espacio al borrachín; Por supuesto no lo logro! Y el viejito se pone a decirle cosas, gritando que el había pagado un boleto y solo tenía medio asiento! Que era una barbaridad! Bueno, vituperió al pobre Henrru, claro el Henrrú no era el único culpable!!!!!
Hasta ese momento mi “Dalay” había funcionado, pero cuando dijo – a los gordos no los deberían dejar subirse al avión- sentí que la vena de mi frente estallaría… como puedo me viro (previo aplastón al Henrru) y le digo, -si tiene Ud. Razón, pero no solo a los gordos,
también a los viejos borrachos impertinentes-… ya se le armó al viejito….
Le digo al Henrruchito, compadre córrete a donde estabas que este caballero NO SE VA A SENTAR AQUÍ… que se regrese a su lugar o que se tire en paracaídas, me da lo mismo. Le pido por favor que se aleje de aquí, Ud. Tiene un lugar asignado y no es este.
El Henrru me hace caso, se corre, y yo…. me abro con toda mi concha!!! subo la pierna al asiento contiguo y le digo a la aeromoza que ya estaba ahí parada lista para intervenir en el altercado… Srita, me podría traer una Cerveza, y le digo al Henrru, ¿Quieres una compadre? Hay que brindar por nuestro regreso a Mérida.
El viejito, se puso, verde, y no era ajax, verde-negro de coraje, se retacho a su lugar, pero no se sentó, en vez de eso aporreó la puerta del baño y ahí se quedó. Las señoras y otros pasajeros me echaron porras, bien echo, que la manga del muerto; Ya para eso yo andaba más tranquilo, por supuesto avergonzado, tal vez humillado pero me salí con la mía y mandé al pinchi viejito borrachín a INGAR SU MOTHER.
Total que, ya empieza el aterrizaje, anuncian el descenso; todo tranquilo. Al menos eso creíamos. El avión se enfila, desciende pero al momento critico de empezar a bajar el tren de aterrizaje le Piloto dice por el sistema de sonido, -el pasajero que se encuentra en el baño le pido por favor retomar su lugar- … El viejito no se había salido del baño en 35 minutos!!!!!!!!!!!!
No hace caso. Se queda ahí. La aeromoza se aproxima le toca la puerta, y se escucha un grito, NO VOY A SALIR, chinguen a su madre! Dios Mío! Un viejito que según esto regresaba de estudiar un posgrado en España! Que folklórico! La aeromoza informa al piloto quien anuncia… -en caso de que el sr. En el baño no salga- no aterrizaremos en Mérida, nos iremos a CanCun que es aeropuerto equipado para aterrizajes de emergencia-
Silencio en el Avión. Acto seguido los gritos de la gente de atrás (los míos también), -chinga tu madre viejo pendejo - con todo respeto para mis lectores infantiles, pero eso era lo único que se escuchaba en el vuelo; Un señor aporreó la puerta del baño, el viejo ni de chiste salió. Nada.
Dos vueltas a la ciudad!!!!!! Nada!
Una muchacha embarazada se levantó, le toco la puerta al Sr. Y le dijo que sentía mal y que necesitaba bajarse del avión y que le pedía salirse. Ella convenció al borrachín.
Se salió se sentó y aterrizamos.
Grande fue su sorpresa al ver que al aterrizar en la sala de recepción estaba la policía aeroportuaria, lo agarraron y se lo llevaron. Todavía alcancé a decirle a unos de los policías, -estaba muy violento!!! :)
Total que esta historia que podría decirse de risa, no lo es. Primera me impulsó a tomar acciones drásticas con mi peso, segunda, a decidir, nunca, pero nunca tomar en el avión o antes de abordar y tercera y más importante, respetar a mis mayores! Ha no esa no!!!! ja ja ja!
Viejito borrachito, te doy las gracias desde el fondo de mi corazón!
Me abriste los ojos y me estallaste el hígado, pero bueno, no se puede tener todo o si?